Posteriormente les llevaremos a dar una vuelta por los pueblos de colores, ya hemos pasado por los pueblos amarillos, pero nos queda una envoltura corporal con arcilla roja de los pueblos rojos, y encima colocaremos unas piedras de pizarra caliente de los pueblos negros.

No podría faltar el Acueducto de Segovia, esa megaconstrucción realizada solo con piedra, sin una gota de cemento, dicen que se mantiene en pie, gracias a que debajo de él hay otro acueducto inverso que mantiene a este en pie. Asi que usaremos esta teoría para equilibrar nuestro cuerpo con el masaje “acueducto”.

También realizaremos un masaje con estalactitas y enebro extraído directamente de la Cueva de los Enebralejos. Y para terminar no nos iremos muy lejos; nos quedamos en el pueblo de Pedraza y su noche de las velas, para dar un masaje con velas aromáticas.

Existe una fuente en un pueblo de Segovia llamado Madrona en la que el agua que sale es salada, es raro ver agua salada tan lejos del mar.
Cuenta la leyenda que una princesa mora, prometida de un principie cristiano quedo tan embelesada por el paisaje segoviano no se percató de que estaba haciendo llevar su carruaje hacia unas arenas movedizas.
Ella pudo ser rescatada por su prometido, pero el resto de los ocupantes no pudo ser salvado. Tanto lloró por ello la princesa que su llanto se convirtió en una fuente de agua salada, que cura dolores, heridas y quemaduras.